El suicidio de Jokin merece una reflexión colectiva y un urgente programa educativo anti-bullying.
Jokin era un chaval de 14 años que se arrojó desde la muralla de Hondarribia el aciago martes 21 de septiembre después de sufrir el acoso de un grupo de compañeros de clase. La autopsia demostró claros signos de haber sido golpeado días antes del suicidio. Ocho condiscípulos de Jokin fueron expulsados temporalmente del instituto.
Lo ordinario de cada día es aquello que nos convierte en monocordes sainetes bailando al son del cornetín que toca el capitoste de turno. Es levantarnos siempre con cuidado de no poner primero el pie izquierdo sobre el suelo, atarse concienzudamente los cordones de los zapatos (empezando religiosamente por el derecho) y desayunar siempre leche con un poco de café o colacao con un poco de mortadela o cualquier cosa siempre con un poco (por eso de la moderación de la norma) de cualquier otra cosa.
Una lección magistral impartida por una niña de cinco años.
Hace unos años, debí realizar un corto viaje para dictar una conferencia sobre la trascendencia de la educación. Mi hija me acompañó. Antes de ir a cenar en el hotel, hube de repasar mis apuntes mientras la niña jugaba explorando la habitación. Pero se aburría y reclamaba mi atención. Sobre la mesa había una revista, con una página donde aparecía un mapamundi con el panorama mundial de hambre y guerra.
Sigue adelante boylucas… escribe como te dicte el alma de tu corazón. No dejes que escriban los ventrílocuos ni las arterias sino la sangre que circula por esa parte del corazón que es la verdadera alma humana. Dicen algunos ateos y materialistas que el alma no existe y eso es porque ellos, de tanto pensar en hacerse dioses del pensamiento, ya no sienten la sangre de sus corazones… es por eso por lo que creen que el alma no existe.
Te amo, princesa de todos los atardeceres
floridos en diáfanas sílabas del verbo;
niña elevada a la última potencia femenina
de los infinitos placeres y el silencio.
Portal Literario Independiente