Anónimos acólitos

El anonimato nos convierte a todos en afónicos, atónitos y agónicos seres que sólo recuperamos la humanidad con nuestro nombre propio.

El anonimato es una prueba determinante que mide el carácter verdadero de las personas. Cuando nos sentimos seres sin rostro ni nombre, resulta más fácil comportarnos como nunca lo haríamos entre nuestros conocidos. Ocultos al volante de un coche podemos actuar como salvajes o podemos contestar intempestivamente tras un teléfono cuando recibimos una llamada equivocada. La grandeza de un corazón se aprecia realmente cuando siempre, aún desde el completo anonimato, se actúa educada y generosamente. Sigue Leyendo...

Leyendo estrellas (para Carlos Montuenga)

Leyendo estrellas he podido comprender la poesía de los libros… pero sobre todo he podido comprender la poesía de los vientos, de las galaxias, de los billones de universos que existen en nuestros sentimientos y he podido escribir a Ella todas y cada una de las páginas de cada texto, de cada flor, de cada gaviota… de cada vela surcada al viento en el mástil de la embarcación de mi Fantástico Destino… así que sigue observándolas y sigue sintiéndolas para luego, al despertar, seguir soñando bajo el Sol y como Icaro pero sin alas, sino con poemas, surcar todos los cielos… Hasta pronto Carlos… Sigue Leyendo...