Respetando que se pueda debatir la legitimidad del Plan Ibarretxe, ¿cabe la mentira de su supuesta ilegalidad?
Quienes vivimos en la época franquista, diferenciamos perfectamente entre lícito y legal, porque entonces lo democrático era ilegal, pero no ilegítimo. Ahora al “Plan Ibarretxe” se le califica gratuitamente de ilegítimo y, además, de ilegal. Si bien la licitud pudiera ser de más difícil evaluación, aunque siempre la voluntad popular es la única que otorga legitimidad a las leyes, ahora muchos vascos nos preguntamos: