Se me ha olvidado vivir.
No tengo por qué pasar por todo…
hay una delgada línea entre el amor y el odio,
yo cruzo varias cada día
buscando una esperanza, huyendo quizá.
Ya no miro para atrás, controlo mi angustia
sin embargo: sigo buscando.
¿Habrá solución? ¿El problema soy yo?
He oído que no hay que pedir nada a cambio,
yo todavía lo pido.