Sirena de insomnios de lunas y estrellas, de meteoros y cometas. Hechicera que recorre veredas solitarias y conjuga mi ansiedad oscura con los soles derramados en ensueños. Mujer fantasma que se mueve en este inconforme abril floreciente. Habitante citadina que brota solitaria y se enfrenta a la esperanza. Moza que recorre la playa por la tarde, en mil barcos de papel que se deshacen en las palabras-nubes del círculo nocturno. Ojo perpetuo de vigilias acechantes. Medusa verde que brota como capullo iridiscente enclaustrado en noches infinitas. Acróbata creadora de remolinos holográmicos suspendidos en el aire. Caminante de sueños sin salida que se queda alumbrando todas mis deshoras. Aurora aventurera, en fin, de todas mis inquietas incertidumbres.
Archivo por días: 19 abril, 2005
Mientras llega el día…
Mientras llega el día paso la noche indagando en mí mismo, preguntándome qué es lo que me conmueve y qué es lo que me impide salir a la superficie a expresar lo que me conmueve. De repente, debido a implicaciones del universo inconsciente del ser humano, los sucesos internos de mi pensamiento se desarrollan como escenas de un film que me impulsa a una conexión con los arquetipos universales y ellos crean una fascinación donde conjugo realidad con fantasía que tiene fronteras apenas imperceptibles.
Eso es lo primero que se derrumba entre incomprensibles deficiencias narrativas y las impávidas situaciones de mi sueño que me hacen despertar para regresar violentamente a la realidad. Enciendo entonces un cigarrillo para meditar que estoy frente a una película, pero no me distancio de esos momentos sino que me alejan de ellos el sonido del reloj de pared y un espacio delicioso de enajenación experimental que termina por diluirse entre los anillos del humo del cigarrillo.
Ahogar el hogar
La genial escritora Dorothy Parker decía, refiriéndose a sus inicios profesionales con su colega Robert Benchley: “Él y yo teníamos una oficina que de haber sido una pulgada más pequeña hubiera sido adulterio”. Porque oficinas y viviendas de tamaña reducido siempre ha habido. Incluso hoy día, existe gente (incluso pudiente) que vive feliz con fórmulas de alquiler o propiedad en apartamentos, pisitos, habitáculos o ratoneras,… de 22, 30, 35 ó 40 metros cuadrados. Una amiga inclusive reseña ventajas como la de seguir viendo la TV cuando vas al baño…