Solo un niño…

Acróbata del aire con piruetas hacia la Nada. Tragafuegos de la noche. Pasa la mano y algunos le dan unas cuantas monedas… Me lo quedo mirando a los ojos. Son ojos de Silencio como los del duro sílex de la Prehistoria. No me dice nada. Solo mueve la boca pero no dice nada. Se va al rincón de la esquina, junto a la alcantarilla de los deshechos. Toma su bolsa de pegamento y comienza a inhalar hasta que se queda dormido en la ciega Noche. Allí. En el duro asfalto de la calle de Nadie. Es uno más de los habitantes del suelo que con tanta sensibilidad presentó Grekosay hace unos días. Y me hace recordar… tiempos de angustia en las noches de Madrid. Esto, sin embargo es Quito… pero las calles de los desamparados también abundan por acá. Es solo un niño… un Niño De La Calle. Sigue Leyendo...

Teresa (CUENTO DE MARIA ISABEL SOLANO)

Llegué a un puerto olvidado, invadido por un olor a descomposición, a pescado, a conchas, a mierda y a pena. Estaba infestado por oxidados barcos de grandes anclas aferradas en el fondo del mar; anclas que hace tiempo no ven la superficie, barcos que no recuerdan ya su recorrido porque el hombre los ha abandonado. Pequeñas covachas de caña y palma yacían aglomeradas a lo largo de la orilla. El grito de los vendedores, el llanto de los niños, el ruido de los viejos coches invadían el lugar y saturaban el aire casi imposible de respirar. El calor, la humedad y mi sudor adherían las prendas a mi cuerpo. Sigue Leyendo...

Camino de ida sin retorno.

Cuando él se levantó con la clara intención de marcharse de allí, todos los contertulios desearon, en su interior, acudir prestos a retenerle para evitar que saliese por la puerta y los abandonase después de haberlos perdonado a todos ellos. Pero ninguno de los allí presentes se atrevió a elevar la voz en una súplica de consuelo. Todos tenían en su conciencia el sentido de ser culpables, mas todos volvieron a la charla contaminosa, a la absurda elocuencia disipadora para ocultar su anterior silencio. Él salió de allí y se marchó. Todos desearon infinitamente que volviese pero el nunca regresó. Estaba ya demasiado lejos y había perdido la memoria. Sigue Leyendo...

miedos

Miedo a todo y miedo a nada, miedo a seguir y a quedarme estancada
miedo a sufrir, incluso miedo a ser amada.
Miedo por todo, sin tener que temer nada.
Extraña sensacion que me llena de temor,
temo sentir cosas que me llenen de dolor
por q ser miedicas? por q no afrontar la vida?
por q vivir con miedos?