Con letras hirvientes de un fandango
rasguea las cuerdas un guitarrista,
el llanto quejumbroso de un artista
mezclándose con sabor de vino amargo.
En el fondo están bailando un tango
el penar de un cantante y su conquista
y queda flotando, por todos entrevista,
la honda hendidura de su rango.
Dulce y salado me queda este soneto
pintado en la tela como un boceto
rojo y azulado para la vista.
Y ronda el recuerdo del lamento
que está prendido en el firmamento
del raudo teclear de un pianista.
Comunicar: Un verbo plural
En sus múltiples formas verbales sorprende la polisemia de “comunicar”, de mezquina infrautilización en nuestro tiempo.
El mágico vocablo “comunicar” contiene varios verbos en uno. Hasta hace unas décadas, este término era transitivo esencialmente: “Fulano comunica algo a Mengano” o “a la opinión pública”. Más recientemente pasó a emplearse como intransitivo: “Alguien comunica bien (o mal)”. También como verbo reflexivo: “Sabe comunicarse”. Incluso contiene una cuarta dimensión, de alto interés para el éxito en la vida cotidiana, la educación, la familia o la economía: La voz pasiva, el “dejarse comunicar por los otros, el entorno, el mercado,…”. Sigue Leyendo...
Como un cuento de colores
llenos de pleamares y sonrisas
es mi ligero palpitar en tu aposento…
Como un cuento
sin barreras ni premisas,
repleto de días con calores
que riegan en mis labios tu premisas
de beso abierto y con acento…
Como un cuento
de cálidas y precisas
amapolas rojas en el viento.
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