Presa

Quisiera entrar en la cárcel de tu cuerpo
Meterme en la celda de tus ojos
Y ponerme entre rejas de tus besos.
Que tu voz sea el juez de mis oídos
Escuchando mí sentencia
Y en el banco de la espera
Estaré sentada a tu llamada.
Que mi testigo se sienta conmigo
Ésta locura que me acompaña
Y a la hora de un veredicto
No me quede libre de tu abrazo.

No lo Se…

Me gustaría saber las preocupaciones que puedan tener esos seres vivos de lo que somos dueños y amos. No se si les preocupa no tener comida en su plato, o que no tengan agua donde poder beber, que no reciban caricias cuando las piden, o que no les hagamos caso cuando nos llaman, no se si sus preocupaciones se basan en que nosotros, los amos, estemos contentos con ellos y sepan complacernos como seres que son, o si les preocupa que nos fallen alguna vez, y por ese fallo piensen que ya no les queremos. Tal vez una de sus preocupaciones sea esa, que algún día dejemos de quererles, que ya no les mostremos interés y cariño por nuestra parte, y que lo dejamos marchar sin importar hacia donde irán, lo que harán y como estarán en algún sito lejos de su vida de antes o que les olvidemos y que ni siquiera los recordemos. Yo no se que preocupaciones tienen, como tampoco se si ellos saben las preocupaciones que los dueños podemos llegar a tener… Sigue Leyendo...