Doña Sorpresa

Hay una dama que se dirige siempre por los caminos de lo imprevisible, de aquello que apenas pensamos. Se llama Doña Sorpresa. Lleva tiempo disfrutando con su juego. Tanto tiempo como los hombres y las mujeres pueblan este territorio llamado Planeta Azul. Doña Sorpresa también es Azul a veces. A veces Rosa. A veces Rojo. A veces Verde. O a veces Gris o de cualquier otro color. Pero es terráquea por lo que tiene de aérea, pasajera acuífera, gaseosa inevitable, barro de algún incógnito territorio.

Yo admiro su capacidad para ser precisa a la máxima velocidad que pueden alcanzar sus alas. Porque Doña Sorpresa vuela… vuela por el éter de las cosas y de los sucesos y de la vida. Admiro también su capacidad para sortear vicisitudes y presentarse siempre de manera inesperada y mirando al horizonte, para darle al horizonte la forma de una meta inextinguible, de un sueño alcanzable por lo que tiene de sorpresivo. Sigue Leyendo...