A pesar del árbol sin hojas
que da la sombra yerta
al esqueleto blanco
de la paloma muerta…
A pesar de la opaca noche
sin cristales limpios
que produce hastío
en las hormigas negras.
Me llegan tus manos,
tus dedos rozan los míos,
solo hay manos,
solo suavidad y amor.
No veo tus ojos,
no oigo tu risa,
tan solo tus manos
que son las dueñas
de mi.
Desvanécete conmigo,
derritamos juntos,
en este plano y llano
sentimiento ajeno de muros .
Dale luz a tus mejillas
con el brillo de nuestro
resplandor poético y
amado.
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