Eres la voz venida del cielo cuando creo estar sola,
cuando creo no ser oída ni por el infinito ni por mi.
Eres la razón de mi querer, la razón de esta suave
existencia, porque tu eres la voz.
Gracias a todos aquellos que permiten ser escuchados.
Un beso fuerte a todos mis compañeros de vorem.
Desnúdame y hazme tuya,
que de más nadie soy,
que por ti vivo y muero
en cada entrega de mi cuerpo.
Acaríciame, llévame hasta ti
hombre de sueños, hombre
de tez clara y ojos risueños.
Que el espacio se encoja
y cierre las puertas al resto,
que soy tuya y otra parte del
viento.
Me sumerjo en la totalidad de este mundo arrebatado por los sueños del ayer y del hoy.
La arena tapa mi cuerpo con cada ráfaga de aire venido de los días del inmenso mar.
Allá, donde nada hubo por hablar, donde el silencio reinó cada poro, cada estimulo de tu piel, reinas azotadas por la luz que son las tierras floridas, latían en consonancia con mi ser.
Allá, permaneciendo parada, el umbral de los días hicieron de mi instante en el aire, canción de cuna y Aladín de mi suerte.
No me salen las cuentas de la felicidad
Y eso es porque no me dejo llevar por ella
Solo la disfruto de mala manera
Como si a un niño recién nacido
Le taparas la boca para que no pudiera llorar
Y de paso le fueras asfixiando un poquito mas cada vez
Y la marea sigue su rumbo sin saber de donde viene el oleaje
Y anhela ese poquito de viento que le sirva
Para poder elevar las velas y poder salir con un poquito de viento
De esa calma chicha que mata lentamente las ilusiones
Que la brisa marina te acaricie las mejillas
Y el pelo baile al son de las olas Sigue Leyendo...
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