Culpable soy,
de llevarte constante en el pensamiento
de expresar cuanto siento,
de arremeter contra el tiempo
dara morir en el intento.
Culpable soy,
de jugar con mis sentimientos,
de soñar despierto
y aferrarme a ésta emoción,
errante y puntual,
cegado por el remordimiento.