Rodeando al Extranjero (Novela) Capítulo 3

Un grupo de mujeres se encontraba charlando cuando, de repente, una de ellas comenzó a llorar. El Extranjero no la conocía a ella ni ella conocía al Extranjero; pero las lágrimas de aquella mujer no cesaban. Así que se dirigió a ella mientras las demás seguían con su incesante parloteo de charlatanas.

– ¿Por qué llora usted, señora?.
– Por mi amiga que acaba de morir.
– ¿Y llora usted por una persona muerta?.

La mujer dejó de llorar y se le quedó mirando absorta.