En la zona no lo conocían por su nombre de pila, allí era “El Bruto”. Su joven novia trabajaba en una frutería, era la propietaria. Vivían bien, ambos se querían, las familias estaban bien avenidas, no había extraños problemas.
Pero él…. tenía un pequeño problema, era muy bruto, era muy buen chico, pero muy bruto, como su padre, como su abuelo, como su bisabuelo, como su….
Un día atizó un manotazo a una mosca que había sobre el cristal de la ventana, y sucedieron dos cosas, por un lado, la mosca se asustó de tal manera que salió volando y nunca más apareció por allí. Otras moscas es posible que si fuesen, pero aquella seguro que no. Y por otro lado el cristal saltó en pedazos, el ruido ni siquiera escandalizó a ningún vecino, parecía que lo raro fuese que no hubiese sucedido.