Tema apasionante en pocas palabras.

Lamento desilusionar a quienes esperaban de mi, que me expida sobre el origen del universo, la lucha de clases, la contaminación ambiental, la caída del capitalismo, teorías literarias, la existencia de Dios, o cualquiera de las vanas ocupaciones humanas.
No me gusta mentir, y por eso, sobre temas antes mencionados, guardo un respetuoso silencio.
Yo prefiero hablar de lo que me importa: mi ombligo. Y lamento desilusionar a quienes esperan una prosa poética, una belleza sutil encerrada en letras, un puente al infinito desde un tema trivial. No es mi estilo. No sé hacerlo.
Prefiero decir la verdad. Sigue Leyendo...

En mis brazos

De tu cuerpo y de tus brazos
hice yo mi refugio
Qué hermosas las noches
cuando tú proteges mis sueños
todos los vientos y tormentas
podrían arrasar el mundo
y mi corazón permanecer en calma
anclado en su refugio.
Pero, ay! amor, si tú no estás
qué frío está mi cuerpo sin tu cuerpo
zozobra en la tormenta
este corazón sin puerto.

Aquellos tiempos del vivir Día a Día…

Eran tiempos duros y ya vivíamos los 4 (mi esposa, mis dos hijas y yo) en la Calle San Roberto, número 10, habiendo dejado, hacía ya algunos años, la torre de pisos de “lujo” (lo de lujo es un decir y por eso lo pongo entre comillas) que existe cerca del Metro de Batán, en la calle madrileña de Villamanín; la torre de pisos en cuyos bajos fondos (porque de verdad parecían bajos fondos de ladrones y rateros porque hasta ratas había por allí) se encontraba el establecimiento correspondiente de Día. Así que había que subsistir Día a Día como se podía. Gracias a Dios que no morimos de inanición. Sigue Leyendo...

NO ME MIRES A LOS OJOS

No me mires a los ojos
Que son puñales de arena
No me rasques las costillas
Que harás que mi mundo crezca
No me reproches rencores
Ni me hables voz ajena
Que las injusticias son
Suspiros en la maleza
No me recuerdes caminos
Que de negros se me queman
Dame paz y buenos rollos
Y yo te daré presteza
No me cuentes avaricias
Que la mar se me las lleva