La verdad consiste en no olvidar

La verdad es que no se está bien habiendo vivido lo mismo que yo. Supongo que la genética hará sus estragos en mi vida (sensibilidad), pero con esto y todo, percibo que no sería fácil para nadie.

No son las cosas del hoy las que perturban mi mente, sino el pasado infantil más pasado de todos (del nacimiento a los 11 años). En aquella época no disfrutaba de la vida como cualquier niño. Por el contrario, me sentía diariamente invadida por sentimientos profundamente tristes que quedaron atrapados en una especie de pozo sin fondo o vacío de lenguaje razonador. Sigue Leyendo...