En este atardecer de sol y lluvia de sueños, se derraman las lilas del viento por el mundo ligero de las mariposas que, dejando a las rosas, buscan su dulce encuentro con ellas… con las lilas de este atardecer que, de tan caliente que existe, es la fuente donde bebo la luz de mis versos. Una flor. Sólo una de ellas es la mejor. Y yo, presto, me presto a suavizarla con el tacto de mis dedos y escribo… escribo en la memoria del tiempo un soneto:
En este atardecer de lilas ardientes
eres eterno movimiento
de versos,de rimas, de sentimiento
subiendo todas las pendientes.