Todo es luz

Tu sótano lleno de sueños, de esos que se llenan de polvo entre rutinas. Y dentro de tu armario todo es luz. Y yo, a través de las rendijas, sigo leyendo, como siempre, aquellos versos dolientes de tu vida, sigo bebiendo tus lágrimas y riendo tus sonrisas, hoy a carcajada limpia.

Vete a tomar por el culo

14-Abril-2009
01.16

Al final siempre me encuentro en el mismo punto de partida, esa canción me pone los pelos de punta. Y vuelvo a hacerlo. Sé que me viene mal, que me hace daño, me duele. Lo siento apoderarse de mi oxígeno, destrozarme los pulmones, dejarme idiota. Se me acaba el ingenio, pierdo memoria, ganas, vida. No me entero de nada de lo que pasa a mi alrededor. Y así, la vida va pasando, mientras yo permanezco sentada, en esta burbuja absurda, sin hacer nada. Muerta del asco. Observando cada nueva gilipollez que sale de mi boca. Nada tiene que ver conmigo, pero no dejo de hacerlo. Una y otra vez, casi como si me fuera la vida en ello. Intento disimular, esconder tras mi gepeto la sonrisa quebrada, el malestar, la culpa. Y pongo mi mejor cara, si es que la encuentro, porque otras veces también anda perdida intentando recordarse a sí misma. Y yo hago lo mismo, ensimismarme en el vacío que hay en todo lo que toco, gozar de su inutilidad, disfrutar de mis quejidos nocturnos. Otra ola de calor adormece mis sentidos, tapando la verdad, alejando la realidad capa a capa. En el final de todo me encuentro, atrapada en un bosque muerto enredándose en el pelo. La imaginación vuela, se disipa, se convierte en nada. Pero vuelvo, una y otra vez al mismo punto, recogiéndolo del cenicero, saboreando mi último aliento quejicoso y doliente. Absurdo como yo. Quieta. Parada, absurda niña de 28 años. Vete a tomar por el culo de una… vez, porque sino, van a venir a buscarte de nuevo con el candelabro en la mano y una manta al cuerpo. Levántate de ahí y busca. Sigue Leyendo...

Caliú

Con frecuencia necesita algo, alguien.
Con que, con quien, salvar el momento.
El instante de incredulidad frente a la vida.
Cuando la contemplación decae y su alma se entierra.
Lo reconoce: hay cierta monotonía asesina.
Pero adora volver a ciertas memorias.
Ciertas melodías se encargan de…
Salvar el momento.
Encausar el trote.
La pausa es justa, es necesaria, pero la marejada llama.
Hay una cierta dinámica sombría y contraproducente en su mente.
Estará a salvo, por suerte, cuando el mundo lo note…