En tus labios rojos de amapolas (Para “Lina” Liliana)

Tus lindos ojos miran al horizonte
y el sol baila en tus labios rojos de amapolas
mientras mi corazón estalla de luz
con un sinfín de latidos amorosos.
Eres la ola azul de mi pensamiento
y una profunda sensación de sirenita
cuando suena mi guitarra bajo la luna
y dos besos calientes te doy en las mejillas.

Pinto. Pinto tu rostro en mi memoria
y tu cuerpo se desliza entre pinceles
de mariposas convertidas en metáforas.
Las estrellas besan tu cabello
mientras la música te adentra
en todo lo hondo de mi alma.

Eres tan bella que el Universo entero
se detiene un instante para contemplarte
y toda la vida se convierte en lago
donte te bañas en medio de la existencia. Sigue Leyendo...

Una cuestión mucho más que razonable

¿Por qué cuando Urdangarín mete la pata o el Rey Juan Carlos I se marcha a África son muchos los que piden la destrucción de la Monarquía Española mientras que cuando algunos dirigentes y representantes de todos los Partidos Políticos roban a mansalva esquilmando a la población española todos esos muchos guardan completo silencio y no piden la destrucción de todos los Partidos Políticos de España? Repito una vez más, y es la enésima vez que lo expreso, que yo ni pongo ni quito Rey, porque soy autónomo independiente, pero ayudo a mi señor. Sigue Leyendo...

La vida es a veces…

Inexplicable. La vida es algunas veces inexplicable. La vida es algunas veces más compleja de lo que nadie podría imaginarse. Es como la novela de Chuck Palchniuk titulada “El club de la lucha”, porque siempre está dispuesta a presentarse en guerra contra nuestros sueños, como si fuera un parque temático de irrecuperables adicciones a la sorpresa. La vida es, a veces, un surgimiento de propuestas desconocidas de antemano en la extensa batalla diaria de esta comunidad de terrícolas que nos guía inexorablemente ese caballero de armadura impenetrable llamado Destino. Sigue Leyendo...

1972.

He regresado ya, hace un poco de tiempo y procedente del Servicio Militar Obligatorio, a mi trabajo cotidiano en la Oficina Principal del Banco Hispano Americano de Madrid (Plaza de Canalejas número 1) y comienzo a tener que soportar la “insoportable levedaz del ser”. No me refiero a la novela del checo Milan Kundera, que se publicará, por primera vez, en el todavía lejano año de 1984 después de Jesuscristo, sino que me refiero a tener que aguantar toda clase de injusticias persecutorias por jefecillos de Banca que llegaron a ser jefecillos desde lo más bajo del escalafón cuando entraron (simples ordenanzas nada más y faltos de cultura, educación y respeto hacia sus empleados más inocentes como Ondaro por ejemplo) olvidando quiénes fueron ellos antes de ascender a jefecillos de eso de los nombrados “a dedo” y que no tienen ninguna clase de consideración ni piedad con quienes están trabajando bajos sus mezquinas “dictaduras” de jefecillos de oficina nada más. Sigue Leyendo...