Hay que remontarse al año de 1956 después de Jesucristo, cuando nació una princesa al otro lado del mar y en el centro de mi corazón, para, por una casualidad deportiva, conociera yo a San Mamés. Fútbol. En aquel principio de las chapas, teniendo que soportar las imposiciones despóticas ajenas a mi voluntad, es cuando comencé a tejer mi propia y diferente forma y manera de entender este juego. ¡Gol! ¿Cuál fue el primer gol que marqué en mi historia? Mi primer gol se pierde en la memoria de los tiempos heroicos de aquel sobrevivir en el patio escolar, un patio de vecinos donde cada pelotazo hacía saltar chispas de las paredes de ladrillo como a manera de disparos haciendo diana en las porterías señaladas con tiza.
Archivo por días: 18 junio, 2014
Alfonsa y Fernanda en la distancia (Mini Relato)
La espita de la olla a presión comenzó a lanzar su característico sonido mientras doña Alfonsa Pérez-Gines de Lamadrid, despertando de su sempiterna modorra, se rascó los sabañones de sus dos orejas, grandes como dos platos soperos, mientras seguía con los rulos enganchados en aquellos sus pelos totalmente canosos y que parecían pelusillas de piel de conejo, mientras todo el pueblo de Sos descansaba y, pinchado en la mugrienta pared del solitario comedor, el alamanaque zaragozano se había detenido en el pasado 1973 mientras que, tan lejos de la capital de España como ella, su comadre y parienta más o menos cercana, doña Fernanda Moreno-Espinosa de Lamadrid, se mordíá las negruzcas uñas, tanteando con la lengua su postiza dentadura, después de haber tenido que pasar el estropajo, en su retirada casa de Osuna, a la sartén que, de tanto uso, habá perdido todo el brillo tal como le sucedió a ella en su vida por los madriles. A ambas dos viejas celestinas les unía, además del parentesco, los desamores vividos como la purga de sus pecados, la purga de sus traiciones, la purga de sus cobardías. A doña Alfonsa Pérez-Ginés de Lamadrid la había dejado sola ante el altar el chulo Guti de Lavapiés y a doña Fernanda Moreno-Espinosa de Lamadrid la había engañado, por completo, el mexicano Mario tras haberla enamorado durante la Feria de San Isidro, en el Paseo de la Florida como ella recordaba con total exactitud. Así que mientras doña Fernanda seguía raspando, con estropajo y uñas, la roña adherida a su sartén de mil y una pitanzas, doña Alfonsa se habia levantado del sofá descolorido y desvencijado, para acudir a la olla exprés que amenazaba con explotar y hacer volar su chabola en mil pedazos.
LAS CHICAS QUE NO SON DE MI BARRIO
Si hay algo que llama mucho mi atención
son las chicas lindas que pasan
con cara de disgusto
y la nariz erguida
como si nosotros
simples y feos mortales
oliéramos a mierda
Me pongo un poco en ese lugar
y pienso que chicas tan lindas
si fueran muy simpáticas
sonrientes y sociables
seguramente nosotros
simples y feos mortales
zumbaríamos como moscas
alrededor del pastel
en busca de su dulce encanto
Aún así no las justifica
y seguramente en su círculo íntimo
sean chicas sensibles, amigables, queribles
y perras puercas también
pero
por las calles
no son más que chicas
de nariz fruncida