Sebastián versus Sebastián

Pues resulta, queridos amigos y amigas, que en cierto lugar hace ya alguna casidécada (pues las memorias, como diría Calderón de la Barca, son como los pasatiempos del “yoyó” y de la banda del “tutú”`y en España sabemos mucho de eso) habíse una vez dos Sebastianes.

Uno era conquistador y le llamaban “El Viejo”. El otro era llamado “El Nuevo ” y sólo era un niño malcriado, superprotegido por su madre e imposible (por ello) de que el padre lo pudiese “meter en cintura”. Así es cómo, mientras Sebastián “El Viejo” levantaba la ciudad… Sebastián “El Joven” se convertía en un pícaro sinvergüenza que huía de las clases de Historia que impartía su maestro español.

El caso es que, para huir de la Historia, trepábase a los árboles del patio para, desde allí, lanzarse muy monísticamente a las tapias del Colegio y, con permiso de la madre, saltar hacia la calle para continuar haciendo sus gamberradas.

El tal Sebastián El Joven iba de mal en peor, y su padre ya no sabía qué hacer con él cuando, estratégicamente y con la habilidad del Lazarillo de Tormes, le tomaba “el pelo” desde a su padres hasta a su propia abuelita, pasando por todos los tios y tías, además del resto de la parentela… excepto (como todo tiene una excepción que confirma la regla) su maestro español, quien un día, ya hasta las narices de soportar a aquel insolente “niño bien” le llamó a un aparte.

– Ven aquí, Sebastián, que tenemos que hablar…
– ¿A mí?.
– Si. A ti.

Entendió rápidamente el sinvergüenza de Sebastián el Joven que aquello iba ya en serio…

– Usted dirá, maestro…
– Efectivamente, yo soy tu maestro y tú sólo un alumno más como los demás. No porque seas hijo del Rector te voy a tratar diferente.

Sebastián “El Joven” sabía que no había, ahora, escapatoria alguna; mientras el bedel y portero (realizaba ambos oficios) del Colegio era testigo presencial de la charla.

– Tengo que decirte “niñato” que te estás riendo de toda la familia… pero a mí no me engañas.
– No… Yo lo que pasa es que tengo muchos nervios y sufro de dislexia por los que estoy en inhabilitación escolar.

El maestro español sonrió ante lo que le dijo el bedel y portero… pero no era necesario hablar mal… pues sólo era un niñato…

– Tú no quieres saber nada de la Historia de tu propio país ¿verdad?.

Sebastián “El Joven” quedó con la boca cerrada.

Pues está bien… no estudies… pero cuando seas ya un hombre será la hora de hablar de tú a tú nosotros dos mientras ahora, en tu adolescencia, te dedicas a tocar los platillos y los bombos de la batería… que tienes atormentada a toda la vecindad de Jacarandá.

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Pasaron los años y Sebastián “El Joven” creció lo suficiente para hacerse grande y hombre fornido que se dedicaba a jugar con las niñas en las playas de Miami… haciéndose el “galancete” salvavidas de ellas.

!Qué irónica es esta vida a veces!.

Y llegó la hora de hablar de hombre a hombre. Consistió sólo en un largo monólogo del maestro español al ya hombrecito Sebastián “El Joven”.

– No te gustaba saber nada de Sebastián “El Viejo” ¿verdad?. Pues has de aprender que él fue quien levantó la ciudad en la que tú naciste y te criaste. ¿No te da vergüenza no saber nada de Benalcázar?. !A mi si me daría vergüenza no saber nada deSebastián Bach y mucho más vergüenza no saber nada del rey Carlos III de España que fue llamado “el mejor Alcalde de Madrid”.

Sebastián “El Joven” quedó mudo…

– No te hagas el mudo que todavía no he terminado. Y si quieres puedes preguntarme algo sobre Benjamín Carrión. !Claro que tú tampoco sabes nada de nada de quien fue Benjamín Carrión!. ¿No te da vergüenza no saber que fue el fundador de la Casa de la Cultura de la ciudad donde naciste y te criaste?.

Sebastián “El Joven” enrojeció su rostro totalmente avergonzado.

– Has de saber que yo, siendo español, sí que tengo pleno conocimiento de Benjamín Carrión… y que me daría vergüenza no saber que fue el arquitecto y escultor Francesco Sabatini quien ideó los jardines del Palacio Real de Madrid. Pero que puedes tú saber de Historia y Literatura si sólo te interesaba “salvar las vidas a las niñas de las playas de Miami”…

– Por cierto, y para terminar, quiero que sepas que sé muy bien lo guapa que es la ex-tenista Gabriela Sabatini (ahora que te hablo de verdadero arte) y que ahora trrabaja de modelo. !Tanto sé de ella, donjuan de poca monta, que hasta le hice un comentario (solamente deportivo) en verso, para que te enteres de si sé o no sé de mujeres guapas… a través de mi humilde y sencillo Catalejo Mundial del programa Amanecer Deportivo!.

– Ya está. Ya puedes volver a tu Miami querido… y espero que, al final, aprendas un poco de Historia y Literatura, que vienen excelentemente bien para ligar con mujeres como Gabriela Sabatini… por poner un ejemplo…

Y Sebastián “El Joven” aprendió a caminar…

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