La Vida (así con V mayúscula) tiene tantísima importancia para todos los seres humanos que tenemos la gran fortuna de poder vivirla en libertad y con amplitud que sólo ella es la que hace que seamos… y que al ser nos conozcamos y podamos desarrollar algo tan sensacional como es la Comunicación a través de la cual sabemos que existimos, conocemos nuestras verdaderas identidades y podemos abrazarnos de manera real y de manera virtual, de manera presencial o de manera “invisible”… pero nos conocemos y nos comunicamos los conocimientos para poder ser algo más cada día y así ir evolucionando.
Otra cosa es la triste realidad de que hay muchos seres humanos que no pueden vivir como seres humanos… pero ni tú, que me estás leyendo, ni yo, que te estoy escribiendo, somos culpables de ello… ni tampoco responsables de ello tan siquiera. Lo que sí tenemos es la obligación moral de que, sí podemos gozar de la vida, luchemos por hacer que esta libertad y este derecho alcance a todos los seres humanos; y tenemos el deber moral de denunciar a ese grupo de poderosos avarientos que impiden a millones de seres humanos que no puedan vivir. Esa es nuestra obligación o nuestro derecho, pero la culpa es de quienes tienen la solución en sus manos y no la desean poner en práctica. A esos es a los que debemos exigir responsabilidad y culpabilidad
En cuanto a la muerte sólo se que tampoco vamos a morir todos iguales. Vivimos y morimos todos distintos. La muerte, en sí misma, es una nulidad de nuestra personalidad y es por eso por lo que no soluciona absolutamente nada.
Lo que sí puede ser que exista es algo más allá de la muerte. Y entonces volveremos a ser (quizás) algo importante si es que existe algo más allá de la muerte… pero la muerte en sí misma es un cero absoluto y si después de ella (y no en ella que no tiene ningún poder de solucionar nada) obtenemos algo importante es sólo porque hemos vivido… sólo porque hemos vivido y no porque hemos muerto. Morir es haber terminado la vida y lo importante es llegar a la muerte habiendo dicho lo que dijo Pablo Neruda: “Confieso que he vivido”. E insisto, para terminar, que si existen millones de seres que sufren y pasan toda clase de calamidades no es por culpa de la Vida sino por culpa de unos cuantos seres inhumanos que los explotan y los encadenan al sufrimiento.
Ama la vida y lucha por que todos la podamos amar.