La frase popular que dice “sobre gustos no hay nada escrito” es una total falacia; o sea, una verdadera mentira… porque, evidentemente y si tenemos un poco de cultura solamente, comprobamos (por haberlo vivido infinidad de veces) que sobre gustos hay mucho, pero que mucho, escrito… y hablado… y hasta soñado…
Por ejemplo, exponiendo una sencilla conjetura, podemos deducir que sobre gustos hay mucho escrito porque si no fuese así no existirían las Bellas Artes. Sabemos que sobre las Bellas Artes todos tenemos pluralidad de gustos. Hay quienes les gusta la Pintura y no la Poesía y hay a quienes les gusta la Poesía y no la Pintura por poner solo un ejemplo de las múltiples posbilidades que existen sobre los gustos artísticos.
Citando a las Nueve Musas de la Bellas Artes que son, a saber por orden alfabético: Calíope (“la del bello rostro”), Clío (“la que celebra”), Erato “la amorosa”), Euterpe (“la del deleite en general”), Melpóneme (“la que canta”), Polimnia (“la de los muchos himnos”), Talía (“la del florecer”), Terpsícore (“la del deleite de la danza”) y Urania (“la de lo celestial”)… citando a estas Nueve Musas, repito, existen tanto gustos como seres humanos hay en la Tierra. A algunos les encanta Euterpe (por ejemplo) y no les gusta Talía (seguimos con el ejemplo); a otros puede ser que les encante Clio y no Polimnia, a éstos les gusta Calíope pero no les gusta Melpómene… y así en multitud de combinaciones que han sido escritas a través de todos los siglos. Luego ya está demostrado que sobre gustos hay mucho escrito.
Otros ejemplos los tenemos en los juegos y deportes. Hay quienes se emocionan con el fútbol; hay a quienes les encanta el basket; otros gozan con la natación… y hasta hay quienes se lo pasan “cañón” con la petanca, el ajedrez o el parchís. Entonce vuelvo a preguntarme de nuevo la conjetura: ¿sobre gustos no hay nada escrito o hay mucho escrito?. Para mí no sólo hay mucho escrito sino muchísimo. Pero dejo aquí la propuesta para el oportuno debate…
Bueno, puestos a ser “tiquismiquis” (con cariño), deberían reiventar la frase como “sobre gustos no hay nada impuesto” o algo parecido, ¿no creen?
Me refiero a que aunque sobre gustos hay mucho escrito, no deberían imponerse los gustos que uno tiene por los de los demás, y menos tratarlos de “poco gustosos” o de mal gusto.
Hay gustos para todo amigo Ismael. Por ejemplo a los cerdos (con perdón) le gustan las bellotas… jejejeje…