Se denominan “nerváculos” a ciertos hombres “trepas” llamados, en lenguaje popular, “canelos”. Se especializan en ir subiendo peldaños en la escala social y política aprovechándose del trabajo de otras personas. Siempre tienen los nervios a flor de piel (por su mala conciencia que les reconcome el alma) y sobre todo ansían ocupar los lugares más altos para sentarse y apoltronarse en los sillones de los altos dignatarios de un país. Son, al igual que los “mosquitos trompeteros” uno “chupópteros”.