Desde las altas torres del sentimiento
surge mi sueño elevado al cielo…
las nubes recogen… recogen…
todo el profundo desvelo.
Y en medio de este tiempo,
que llaman del desconsuelo,
bajo hasta el valle verde
pisando por fin el suelo.
Despierto… despierto y estás dormida
teniendo en tus manos el pañuelo
donde estan bordados los nombres
de tu gracia y de mi anhelo.