Los volantes de mi vestio’
se mueven entre tus piernas,
entre roces y locuras
bailamos al mismo son.
No quiero que te despegues
que se pierda tu calor,
porque me llena hasta el alma
sentirme junto a mi amor…
La música envuelve todo,
las risas y algo de alcohol,
la gente se va perdiendo
seguimos solos tu y yo…
Te alejas en paso atrás
para volverte a enredar,
yo te sigo desde cerca
pues me gusta tu bailar.
Mis volantes no se apartan,
te custodian con recelo
porque temen que la brisa
te aleje de mis deseos.
La madrugada ha llegado,
los pies no sienten el suelo,
mis volantes te han dejado
marchar sin mirar atrás…
Hola Namari, siempre he pensado en el arte de escribir como la forma de narrar hechos cotidianos o normales para unos, y exponerlos como momentos claves para otras personas o incluso para mi. Me parece que tomas un baile y lo conviertes en poema de enamoramiento que no quiere terminar con la música. Muy lindo y tierno a la vez, al menos esa impresión me quedó a mi, ta vez por el detalle de los volantes del vestido. Un abrazo Namari.
Buen poema Namari. Entra dentro de tu línea más andalusí. Bezote amiztozo… jejeje…
Muy bonito namari.
Me gusta mucho tu texto.
Un besote muy grande