En la tarde del recuerdo estás tú entre las rosas olvidándote del viento que atrapa los pensares. Estás sentada en mi corazón; dando poesía pintada a las sílabas de un verso escrito en la azulada espuma. Los rayos del sol alborotan tus miradas que van más allá del cielo. ¿Qué habrá más allá de cielo para que estés tan sencillamente hermosa?. Son los ángeles de tu alma introducidos en mis pensamientos. Más allá del cielo están tus ojos y más acá del cielo está tu cuerpo. ¿Cómo hacer para dibujarlos en un solo sentimiento?. Tomo la pluma y escribo: “Entre tú y yo no hay ni ha habido jamás distancia alguna”.
Las sombras del atardecer son solo ligeras siluetas de tu cuerpo y el mío unidos en un solo beso…