La Vieja Abuela, sentada en la Sillasuya.
Su cara, casi… casi siempre seria.
La Vieja Abuela con sus viejas manos, haciendo punto. La fina lana se desliza entre sus viejos dedos de vieja abuela.
La Vieja Abuela, con sus cabellos teñidos de oscuro.¡ Negando la vieja cana!
La bata de la vieja abuela, la antigua bata de años atrás, de antiguos momentos de estar por casa.
La vieja abuela con la máquina de coser. La antigua máquina de coser, de la vieja abuela.
La maquina de coser es vieja, sin cables. Los viejos pies de la anciana, dándole al pedal de la máquina aburrida, de tanto coser poco a poco, sin prisas.
La vieja abuela aflora una nueva sonrisa… A veces sonríe la abuela, por el rostro viejo.
La anciana abuela con las gafas puestas ¡las gafas de siempre! sobre sus orejas longevas. Risas vivas en viejas miradas nuevas.
A la abuela vieja le preguntaron un día:
¿A que edad empieza a envejecer el cuerpo?
La Abuela vieja respondió con una vieja respuesta: ¡Quizás en el momento en que pensamos en la vejez!
La anciana abuela, sentada en la SuyaSilla contra preguntó: ¿A que edad abandonamos la juventud?
¡Y de la Vieja experiencia de la vieja abuela, apareció una nueva y antigua sonrisa de niña, una sonrisa de las de antes, de las de ahora!
Pues vaya. Mi abuela estaba casi siempre seria, y llevaba las mismas gafas de vieja, y movia los pies con la maquina de coser, tan vieja como ella. Me has hecho recordarla. Un saludo
Por muchos años que pasen las Viejas abuelas se sienten niñas. También ahy niñas que se sienten Viejas…la vida es así.
Me gustó mucho