Triste guitarra, viuda en la noche,
!qué quejas quedan en tus adentros
cuando, olvidados sus lamentos,
duerme el borracho debajo de un porche!.
Llama al poeta que siempre es tu dueño,
tú eres para él como la hoja es al aire,
y deja que abrace tu musa el desaire
antes de que pierda su último sueño.
Miles de versos, saliendo del alma,
hallaron en tu canto su acento infeliz,
!deja que busquen sus deseos el desliz
por las cuerdas repletas de noches con calma!.
!Deja que broten bohemias sin quistes
nacidas bajo la luz fugaz de las estrellas;
que brote el amor hendido en las botellas
y el sueño escondido entre noches tristes!.
Artista borracho y perdido en la suerte,
!limpia de alcohol tu boca
y antes de que llegue de nuevo tu muerte
coge la guitarra y toca… toca… y toca…!.