“Señor alcalde, desde hace tiempo tenemos un serio problema con el reparto de correspondencia. Las cartas tardan mucho tiempo en llegar. Tiene que solucionar este problema. Le exigimos una solución ya.”
“¡Señores, señores! Estoy al corriente de este tema. He enviado una carta urgente al señor ministro, pidiendo una solución. En correos me comunican que la cosa va para largo. Me han dicho que la carta ni siquiera ha llegado a su destino. Debo comunicarles que tengan paciencia. No se puede vivir con tantas prisas. Generalmente las cosas hechas deprisa y corriendo salen como salen.
Que pasen un buen día.”
Jajaja… buen estilo literario… buen humor… me hizo reir… la verdad es que he pasado unos segundos alegres leyendo… Gracias…
las prisas nunca han sido buenas, un saludo
Y eso que era urgente la carta….jajaja. La verdad que lo único que nos queda es la risa. Estas cosas hay que tomarlas a broma, es la única forma de que se pase el cabreo.
Muy bueno , si señor!