Algo nuevo hay en ese mirar hacia adentro de nuestras emociones sinceras que nos transforman segundo tras segundo en aéreos pesonajes del insomnio. Algo nuevo hay en esa atmósfera de las palabras extremecidas por el pensamiento y transportadas por la imaginación al mundo de las ideas. Algo nuevo hay hoy. Lo importante es poder descubrirlo, redescubriro e inventarlo nuevamente cada vez que nos ponemos ante la computadora y vamos soltando sílabas para desanclar el barco de nuestras expresiones. Algo nuevo siempre existe en este inmenso mar de los signos que, con palabras escritas, expresan la voz de nuestro silencio interior y la hace habitable en el mundo de la compañía infinitesimal de los propósitos con los que deseamos llegar al corazón de los lectores y las lectoras; a ese “alma” profunda que es la mente de quienes nos leen. Algo nuevo para contar. Algo nuevo para sentir. Algo nuevo para perfeccionar el mundo de las sílabas concatenadas en este espacio blanco que es la pantalla de la computadora.
Escribimos con deseos de llegar a alguna parte, a algún lugar, a algún rincón del alma humana de ese lector o esa lectora que nos siente palpitar los dedos tecleando en este laberinto de letras que conforman todo el abecedario personal de cada uno de nosotros o cada una de nosotras. Quízás muchos estén ahora mismo haciendo ese ejercicio de querer transmitir algo nuevo que ha nacido en su interior y quieren mostrarlo al mundo para decir “escribo luego estoy viviendo”.
Consultamos frases ajenas (La lucha más grande en la vida es luchar con uno mismo… el día que dejes de hacerlo, el mundo te gobernará) para gobernar nuestro mundo onírico del lenguaje escrito sobre las teclas de la computadora (La vida no se mide por su longitud sino por su complejidad) y nos preguntamos alguna vez que otra, ahora que algo nuevo está en nuestro pensamiento, sobre la intensidad de este sentir que transmitimos (llegamos a la vida con un canasto vacío. Hay quien la abandona con él vacío y otros… lleno), para llenar nuestros vacíos. Algo nuevo empieza hoy. (Vida, tan sólo cuatro letras que parecen irse en cuatro segundos pero de la que podemos aprender cuatro cientos mil y un cosas buenas o malas) y la vida se nos presenta no entre cientos y mil cosas buenas o malas sino entre millones de cosas imaginadas. “Yo imagino luego yo transmito”. Alguien expresó: Si mi vida dependiera de alguien, tú serías la razón de mi existencia. Pero la razón de la existencia siempre es algo nuevo por sentir, algo nuevo por escribir, algo nuevo por expresar, algo nuevo que nos hace renacer cada segundo un momento más. Otro ser humano, ante el teclado escribió que el gran aprendizaje de la vida es asumir que las cosas no son como quisiéramos que fueran. ¿De acuerdo con ello?. Yo no. Yo creo que en ese algo nuevo de cada hoy asumimos las cosas que deseamos con toda la potencia de nuestras expresiones; porque como dijo otra persona: La vida es la percepción de la conciencia sobre las razones de la existencia.
Eso es exactamente lo que de algo nuevo hay en estos momentos en que os transmito a través del teclado de mi computadora. Una nueva razón para la existencia.
Sentirás morir tu alma cuando dejes de importarle a la persona que más quieres en éste mundo. No te culpes por no poder volver a amar, cuando matan tus sentimientos es difícil que vuelvan a revivir. Estoy de acuerdo en que la vida es un segundo a través del universo… pero yo añado que ese segundo, ese mismo segundo en que escribimos nuestro sentir, es una eternidad que queda grabada para siempre en ese reloj del tiempo que no tiene horas ni tiene minutos porque está formado por los profundos segundos de nuestra sensación.
Algo nuevo existe hoy en las yemas con memoria de nuestros dedos para rozar las palabras exactas, o inexactas, que se convierten en nuestra propia, inabordable e indestructible Libertad.
Y yo me siento delante de eta máquina y quisiera poder expresarme con la maestría con que tú lo haces. Dificil meta que nunca alcanzaré.
Magistral Diesel, eres grande transmitiendo sentires.