Podrás mentir a mis ojos distantes, a mi imaginación casi muerta; lloraras callada en un rincón de tu mente, sintiendo que las lagrimas son gotas de fuego intenso; espero que pruebes el cielo y distingas sus olores in iguales, a lo largo del credo de un vago pensamiento eterno.
Fallaras si quieres regresar a mis brazos pues ya no estaré en el mismo lugar donde solía morir y revivir cada día o noche; ahora, ayer y mañana estaré tranquilo y contento al saber que al menos uno de ambos esta relativamente bien.
¿Contento? Dime si estas alegre y si tu alegría fue la mía, si quizá es superior a la inmensa felicidad que mis manos deslizaban por tu piel mojada y caliente, tranquila y ardiente, dormida y valiente.
Tu miras a mis ojos, desde la distancia lo puedo percibir con el suspiro mágico de la libertad inherte; mientras te recuerdo realizando tus gestos imperfectos, haciéndome feliz desde tu mas grande miedo.
Si, decidí fallar y no, no quise intentar hasta conseguir tu mas grande trofeo y el derecho de morir a tu lado o de ser la persona que duerma en tu costado simplemente porque amar es mas hermoso si ambos lo hacemos.
Pero si, estoy bien, y aveces es por ti, aveces es por mi, o aveces sencillamente es porque algún otra persona se parece a tu risa o tus gestos y sus manos saben al mismísimo cielo.
Aunque dependeré siempre de tu felicidad, ya que si estas triste me veras, si estas alegre no estaré allí, pero si me quieres tu ya no me veras, si menos me quieres yo mas estaré allí para cuidarte como lo eh prometido a Dios.
Tu relato refleja amor sincero del de verdad, me ha gustado un abrazo