Ocaso de tus mentiras.
Que el tiempo te ha llegado
y tú te has encontrado
con que hoy ya te retiras
olvidada en el estrado.
Que para subir arriba
a donde sube el alado
ángel fiel y enamorado
no se droga el que atisba
al cuervo negro endiablado.
Partiendo en dos el camino
hay quien a veces desvía
la ruta que bien nos guía
a saber lo femenino…
sin anfetas…
sin tanino…
sin tanta parafernalia
de drogas que son comino.
Y el comino solo sirve
para quien sabe que se vive
la libertad del divino
amanecer que pervive.
Las mentiras son mentiras.
El sentir son los sentires.
Y si te das cuenta miras
lo que hay en los vivires.