¿Trabajar sin obedecer?. Quizás eso sea, como se interroga Paula Arenas, ser un nuevo emprendedor basado en los mil y un errores de sus ideas; en los mil y un errores de sus proyectos, en los mil y un errores de sus noches. Podríamos escribir, por ejemplo, alguna metáfora para decir una cosa tan obvia como “dedicarnos a algo que sí nos gusta”. La escritora Ana María Matute dice: “Jamás me vi como académica de nada”. Ser sólo un escritor es únicamente una verdad de la Fantasía y la Fantasía es siempre una verdadera realidad.
La filología (según Inés Fernández Ordóñez) es un compendio de palabras que reflejan el pensamiento. ¿Por qué no podemos, sin embargo, reducirlo todo ello a sólo cuatro palabras como, por ejemplo, “Soy Literatura porque camino”? (Y me viene a la memoria Antonio Machado otra vez).
Severo Ochoa tuvo una alumna llamada Margarita Salas. Yo recuerdo a una alumna a la cual le gustaban las margaritas en la sala, diciendo: “!Qué bonita forma de explicar el Renacimiento de la Literatura!”. Yo me pregunto, ahora, a miles de kilómetros de distancia de aquel entonces y en estos 20 Minutos que tengo antes de que anochezca, ¿qué es el Renacimiento de la Literatura?. Es cierto. Les estuve explicando lo que sabía pero tenía todavía mucho más en mi interior para explicárselo pero ellos no desearon escucharme.
Hay una historiadora llamada Carmen Iglesias que edita en el diario El Mundo. Para mí la histoiria no es El Mundo, ni tan siquiera es El Universo. Para mí la verdadera historia es la Vida. !No sé si algún día escribiré un libro de Historias de la Vida que no obedezca a ninguna ley impositiva de ninguna Real Academia o quizás ya lo haya escrito y yo no lo he sabido hasta ahora…pero sigo manteniendo el principio fundamental de que la vida de un solo ser humano es la Historia de la Humanidad. Un solo ser humano caminando entre millones de seres humanos más. Lo otro, lo de las Reales Academias, me suena a intereses de los historiadores. No sé si alguna vez he escrito sobre esto (creo que sí y que bastantes veces) pero esto de que tenga sólo 20Minutos antes del anochecer me ayuda a escribir lo siguiente: “Soy Vida luego soy Historia”. Lo puede escribir cualquiera que abra sus ojos y deje de ver este Mundo y este Universo para quedarse solamente mirando a su Silencio. Cinco más. Cinco minutos más me faltan siempre para poder terminar de expresar lo que siento ante una hoja en blanco. Y voy y escribo: “En las páginas blancas, las que no tienen palabras escritas sino Sueños, pueden caber todas las verdaderas Historias de la Humanidad”. Y punto. Regalo, para quien los quiera, los últimos cuatro minutos.