¡Ayer me enfadé en la playa con unos que estaban a mi lado! Me dijeron que no sabía convivir, que era egoísta y además…que la playa no es propiedad particular. ¡Me callé y me fui a otra parte! ¿No será que estamos todos demasiado nerviosos? La playa es un lugar donde algo cambia y donde se siente la dimensión bonita del mar…¿por qué somos tan increiblemente intransigentes! No me di ni un baño. Cogí el bus y a casa. Hoy os escribo y lo hago pensando en que cuando vuelva…la playa seguirá llena de personas…ojalá tenga mejor suerte.