Se llamaba Maribel pero la decíamos Mabel. Era una chica guapa del BHA-OP. Una chica guapa, una gran compañera y una excelente amiga porque estuvo a mi lado en los momentos más duros. Me regaló un bombón, la invité a desayunar y nada más. Suficiente. Ella se marchó. Se liberó y eligió la Libertad. No importaba. Fue su gran mérito. Yo ya tenía a mi Princesa mucho tiempo antes dentro de mi corazón y ya me estaba traspasando el alma.
2 comentarios sobre “La decíamos Mabel.”
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Te quedó muy bonito el laísmo (si es que lo hiciste intencionadamente, y sino también ja, ja).
Efectivamente, Ismael, el laísmo es a veces muy necesario para entender lo que deseamos escribir con sentido pleno. Un abrazo, Ismael, y sigue siempre con tu buen humor.