Princesa trigueña de los valles y los cerros
anegados de lluvias y de noches;
en medio de los días y los sueños
te apareces siempre bajo los porches
de las alquerías…
Musicales melodías
son las presencias de tus roces
en esta selva de la Amazonía
que llena mi Sueño de mil goces.
Canto de quetzales y de ardores…
cuando tú respiras
se llena la vida de flores.
!Y entonces pierdo la razón
en medio de tantos olores
Princesa de mi corazón!.