Se me escurre el silencio del bolsillo,
siempre mi silencio gritó más.
Me guardé los miedos bajo la piel,
y vivo condenada a ser libre contigo.
Miles de caricias y sonrisas resuenan en cada rincón,
por dentro y por fuera.
Yo anclada en tus ojos, tu ternura viviendo en mi,
Y el pájaro sigue volando en mi alma
Un abrazo
Me gustó tu poema; sobre todo ese final de “Y el pájaro sigue volando en mi alma”. Un beso amistoso Noelia.
No dejes que pare nunca de volar.
Bellos sentimientos lleva ese poema. Un abrazo.
Gracias