Desde la Plaza, no la del Diamante de Barcelona, de la que tanto escribió Mercé Rodoreda que hasta la llevaron a la televisión en serie, sino desde la Plaza del Sueño, donde las monedas valen “al contari” (como se dice en catalán) de lo que la gente supone que valen. Suponemos. Siempre estamos suponiendo cosas y nos pasamos media existencia suponiendo y la otra media existencia siempre intentando comprender lo que suponemos. Entre suposición y suposición existe siempre un puente de palabras autónomas. “Sociedólogos” que intentan explicar el por qué la olla gitana equivale a 6 euros y los judiones con chorizo también equivalen a 6 euros. ¿Acaso no comprenden los “sociedólogos” ultramodernos que el gazpacho andaluz es diferente al gazpacho manchego?. En fin; que esta vida nos la intentan complicar con teorías “sociedólogas” de carácter político nada más.
Una merluza puede costar 10 euros. Pensarán los “sociedólogos” de marras que es una barbaridad; pero es que no comprenden que está hecha a la plancha y está compañada con una guarnición de patatas. Miro a la calle. Veo un espacio vacío salvo un “camberrano” que pasea con su bicicleta asaltando el espacio que corresponde a los peatones. Y dicen que eso es la libertad. En este mundo en el que un bocadillo con patatas más sobrasada (al que se han encaprichado en llamarlo combo) algunos confunden lo que es la libertad porque dicen que todo puede suceder y hay que aprovechar el tiempo. Me pregunto qué es lo que puede suceder. Incluso hay niños que pasean enfadados cuando sólo faltan cinco minutos para ser las nueve de la mañana. ¿Qué será de ellos cuándo sean ya las tres de la tarde?. Observo el edificio de vecinos que tengo en frente. En alguna vivienda seguro que ha sonado el despertador. ¿Despertara o quedará dormido para siempre el vecino que se ha olvidado de darle cuerda a su vida preocupado tanto porque el despertador le avise?.
¿Existen o no existen los calamares a la romana?. Lo mismo que existen los pulpos a la feira. “!Bons moments!” diría un catalán en catalán. Y yo que soy un español digo en español que sí, que buenos momentos son ahora para reflexionar ante una taza de café con leche sobre el sueño de cada día. Que no nos falten nunca dos bolsitas de azícar para el café con leche es mucho más importante, aunque opinen lo contrario los “soiedólogos” ultramodernos, que perder la vida tras unas barricadas levantadas por el capricho (sin importarles que los demás mueran por ello) de unos “politiqueros” que sólo aspiran a sentarse en las poltronas del poder. ¿Y qué es el poder sino sólo una entelequia que muchos desean alcanzar a cambio de vender sus almas al diablo?. Yo sólo sé que la existencia es mucho más vida tomando un café con leche en el bar de la Plaza de la Constitución de Murcia que andar diciendo por ahí “gents que no existeisx”. ¿Pero de verdad piensan que no existimos?. En realidad esos son los “sociedólogos” politiqueros que hacen que otros pierdan la vida tontamente tras las barricadas levantadas en base a sus falsedades. Farsantes. Esa es la palabra adecuada para definir a muchos que están viviendo a costa de la ignorancia de otros muchos. Y eso es lo que se llama mayoría en la Democracia. Muchos abusando de la ignorancia de otros muchos. Yo, en silencio, estoy escribiendo palabras de vida desde el bar de la plaza, por donde veo pasar trabajadores y trabajadoras de la capital ¿Y qué más da a qué capital me refiero pero pongamos que hablo de Madrid?. Abran los ojos y descúbranse a sí mismos y a sí mismas. Que sí… que es verdad que somos Campeones del Mundo en Fútbol Profesional. Y eso es algo mucho más importante que perder la vida tontamente detrás de unas barricadas levantadas por los intereses políticos. Y cuánto más pienso en ello más me introduzco en mi Sueño. Por eso, desde el bar de la plaza, el “somni” me lleva más allá del vacío de las ideologias. No. No estaba vacía el aula, al menos para mí, cuando tantos “sociedólogos” ultramodernos intentaban hacer creer que la vida era lo que ellos deseaban. No estaba vacía el aula porque siempre estaba yo allí con mis pensamientos. Y es que jamás venderé mi libertad a un puñado de facinerosos empeñados en engañar a las gentes diciendo que se vive mejor en una comuna que en un verdadero hogar. De todo han hablado los “sociedólogos” ultrapolitiqueros pero yo sólo me limito a seguir en el aula escribiendo palabras de libertad. Siempre estuve allí donde debía estar para no perder la obtención de mi título universitario. Lo recuerdo ahora que estoy escribendo desde el bar de la plaza y recuerdo cómo muchos cayeron en el camino por creer a tanto farsante. Solitaria. Dicen que el aula estaba solitaria y es falso. Yo siemrpe vi a una figura allí. Era yo mismo con mis ideas, mis pensamientos y mis sentimientos. Y ahora sigo siendo yo mismo empeñado en decir a los “sociedólogos” ultramodernos que existimos porque hemos elegido la vida intentando explicar que existen los vinos de la Rioja, los vinos de Jumilla y los vinos del Duero, por ejemplo. ¿Sabéis una cosa?. ¿No es lo mismo vivir dentro del aula hasta aprender a salir de ella con el título bajo el brazo que perder la carrera escuchando a cierto tipo de oradores?.