Un descanso duerme en medio de una noche como ésta.
La noche, está hecha un descanso.
El colchón inmóvil, borracho. Tan sólo suspira.
Un cuerpo humano, prestado por la creación a su imagen y semejanza.
Me gustaría mirarme al ególatra y solitario espejo castigado de espaldas a la pared, me gustaría mirarme y ver que no me veo, y ver una ráfaga de viento en vida que se mueve. Tenso como la cuerda de un arco, vulnerable como el arquero, firme y decidido como una flecha, reflexivo y silencioso como el momento de apuntar, mirar. Pequeño como el dedo que sostiene a todo el centro umbilical del arco.
¡Somos energía! Nos pretende asegurar los impresores del recibo de la luz.
¡Somos canales de comunicación! Nos pretende asegurar la codiciosa industria del teléfono y la tele prisión.
¡Somos agua! Nos insisten desde sus despachos los amos de las nubes, ayudados por esas ingeniosas compuertas que abren y cierran para burlarse del agua inocente.
Un comentario sobre “Noches de Noche”
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Has dicho algo muy importante: “los amos de las nubes”. Quizás es que los poderosos se hayan endiosado tanto que ahora se hacen pasar por ángeles. Un abrazo cordial.