Voy a escribir como cuando lo hacía en el cole. Redacción: el verano.
Calor. Me fijo en el balcón de la del tercero y se le está apochando un genranio. No sabe que hay que regarlo y lo deja morir sin compasión. La gente se desviste. No sé por qué no se desviste más, porque estar fresquito da como gustillo…Miro más arriba y las estelas de los aviones llenan el cielo de un color blanquecino. Son las pistas por donde nos llenan de contaminación las nubes, pero tenemos aviones. Hoy se ha convertido en cangrejo Amparito. Es una amiga. Ha ído a la playita y zás…no se ha dado crema y está como una cangreja de Crónicas. Me gusta el vero. Veo a mi familia del pueblo y hasta puedo dar de comer a un burro que tiene mi tía. Se llama Asdrubal, como un novio que tuvo la Bibish Andersensss.La verdad es que soy muy urbano, hasta tengo las zapatillas llenas de todo lo que se recoge en las aceras y creo que es una manera de fomentar el crecimiento pasivo de gérmenes, al fin y al cabo es vidilla. Bueno…pues el verano se acaba cuando llega la vendimia y se recogen las frutas y viene el otoño y las hojas vuelan a lugares hermosos y las golondrinas…que son mensajeras de santa Paula de Aguilar de Campillo, pues regresan de Africa con movimientos en la cadera y mambito.Fin.