A veces uno se levanta de la cama, después de un profundo sueño plácido y placentero, y quiere comprender este mundo. Lo que produce tristeza de verdad, a pesar del canto de los pájaros y el sol que nos calienta poco a poco, dándonos generosidad sin pedir a cambio nada más que una presencia amistosa, es que precisamente una verdadera y sincera amistad de muchos años se venga abajo y se destruya por unos miserables 5 centavos de dólar. A veces uno quisiera poder comprender tales absurdos pero se encuentra, precisamente, ante la barrera de lo inconcebible. Si una amistad noble y sincera, de muchos años pasados con alegría y buen humor, se derrumba por tan sólo 5 miserables centavos de dólar, es necesario preguntarse, con la mano en el corazón, ¿qué es la verdadera amistad?
Acabo de encontrar dos frases, navegando por Internet, que dicen así: “Todo el mundo quiere tener un amigo, pocos se toman la molestia de ser uno” y “Un amigo nunca te dice lo que tú quieres escuchar, te dice la verdad y lo que es mejor para ti”. Es verderamente cierto que la amistad sólo puede tiene una base: la honestidad, la sinceridad y el aprecio mutuo. Siempre que he preguntado a muchas personas si quieren tener amigos y amigas, me dicen que sí… pero veo actuar, observo y reflexiono lo siguiente ¿por qué queriendo tener un millón de amigos como dice la famosa canción muchos no son capaces de dar ese paso sincero, ese paso honesto, ese paso alegre de poder compartir lo que tenemos como seres humanos?. Cierto es que un verdadero amigo no te dice lo que quieres oír sino lo que debes oír. Hay otra frase que dice: “El amigo es aquel que no te hace reír contándote mentiras sino el que te hace llorar contándote verdades”.
¿Una verdadera amistad se puede destruír, después de haber sido levantada a través de muchos años de sinceridad, por tan sólo 5 miserables centavos de dólar? Lamentablemente sí. Lamentablemente uno quisiera comprender ¿por qué el pájaro y el sol te regalan su compañía a cambio de nada y, sin embargo, hay seres humanos que no valoran dicha compañía por el absurdo valor de tan sólo 5 centavos de dólar?. Muchas veces he visto derrumbarse amistades sinceras. Lo que no puedo entender jamás es que una amistad valga solamente 5 miserables centavos de dólar. ¿Cuánto vale en realidad una amistad?
En la página Catholic.es (lugar de en cuentros de los católicos en la red) un autor llamado Rodolfo Caballero (y citando como fuente “Buenas Noticias”) ha escrito que: “Un amigo vale más que nada. ¿Cuánto vale un amigo? Una de las historias más hermosas del “Old Far West” es la que cuentan de Bill, joven vaquero que había sido condenado a muerte injustamente en un pueblecillo. Como toda defensa contra la acusación había sido inútil, no hubo más remedio que la resignación. Pidió a las autoridades que se le concediera un último deseo: dar el adiós definitivo a los suyos. La petición fue aceptada a condición de que otro tomara su lugar hasta su regreso. Así las autoridades evitarían una posible fuga. Fue así como Jack -su inseparable amigo- aceptó ir tras las rejas. Llegado el día fatal, la plaza se llenó de gente que deseaba presenciar el terrible espectáculo. El verdugo ya sujetaba la cuerda. Bill no había regresado aún, por lo que Jack se acercó con paso seguro, dispuesto a ofrecer su cuello por el amigo falsamente acusado. De repente, un hombre se abrió paso entre el gentío. Todos gritaron al unísono: «¡Bill!». El recién llegado subió al patíbulo de un salto, quitó la soga del cuello del amigo. Mas éste no lo consintió. Pero Bill no se perdonaría que ajusticiaran a su amigo en lugar suyo. Como ni uno ni otro daba su brazo a torcer, se desató un noble altercado. Cada uno de los amigos estaba dispuesto a morir por el otro. Los concurrentes se echaron a llorar ante tal insigne muestra de amistad y, a garganta viva, pidieron el indulto. Ese día se salvó sangre inocente, gracias a una amistad desinteresada”.
Me quedo leyendo el artículo detenidamente y me pongo a pensar qué diferente es ser amigo que da incluso la vida por el otro amigo… a un amigo que destruye una noble, sincera y alegre amistad edificada tras muchos años de convivencia mutua, por el miserable precio de tan sólo 5 centavos de dólar.Y sigo leyendo el texto antes citado: “Este hecho es sólo una imagen de tantas amistades que se cultivan en nuestros tiempos modernos dentro de la selva de cemento armado de todas ciudades de mundo, de la campiña y de la costa. Mientras el orbe siga girando en su propio eje, habrá amigos, hombres dispuestos a darlo todo por el otro. Porque el corazón humano jamás dejará de amar. Y acerca de la amistad no he encontrado una mejor descripción que ésta: «Un amigo fiel es poderoso protector; el que lo encuentra halla un tesoro. Nada vale tanto como el amigo fiel; su precio es incalculable. Un amigo fiel es remedio saludable». Es cierto, el verdadero amigo querrá no sólo lo mejor para ti, sino que seas mejor. Pues el genuino amigo comprende que en la amistad lo primero es el amigo. Por ello, el amigo no dudará en dar la vida por ti. Por eso vale tanto un amigo”.
Quisiera comprender, entender incluso, por qué tan solo unos miserables 5 centavos de dólar puede destruir esto… pero no puedo… no lo comprendo… no lo entiendo… y entonces me refugio en mi infancia y no deseo crecer hasta llegar a adulto para poder seguir caminando con la sonrisa de un amigo que no pide nada a cambio y que incluso es capaz, por la amistad, de dejarse engañar por culpa de 5 miserables centavos de dólar; porque si valoramos en tan poquísimo precio lo que es una amistad sincera lo mejor es no dejar de ser niño. Los niños no saben nada de centavos de dólar para compartir amistades con otros niños.
Interesante texto, pero te deja cierta incertidumbre; la amistad valiera 5 centavos si es que valiera lo que se le llama a esa moneda, Un niquel; de hecho valiera un oro, una plata y un sentimiento, que es mucho más que cualquier metal. Te saludo amigo y te dejo cinco millones de saludos.
No era tu amig@.
Mil besos
Juanjo: muchas gracias por tu explicaci{on. En realidad es cierto que no importa la moneda sino el sentimiento.
Hola Marian: sí era un amigo pero andaba equivocado.