MANUEL

Manuel Fernández, ha cumplido los treinta.
Padece distrofia muscular de Duchenne, una enfermedad que le obliga a vivir en el hospital desde hace 15 años.
La evolución de su patología le fue arrebatando su capacidad de mantener el tronco erguido en la silla de ruedas.

Lo que no le arrebató fué sus ganas de vivir.
Anoche en Granada actuaba su grupo favorito: ” El barrio”
Todo fué una lucha para conseguir el deseo de Manuel: estar allí cuando ese concierto comenzara.

Revuelo en la tercera planta.
Nervios, emoción, alegría, entusiasmo, amor, lágrimas.
Lágrimas, porque llorar de alegría es tan necesario como mágico.
Todo decidido, a punto.
Una ambulancia, un conductor tan nervioso como todos,su máquina para respirar, y ” sus niñas”.
Las ocho de la tarde en una Granada que se rindió a tu embrujo Manuel.
Ojalá pudiera trasmitir lo que él sintió cuando compartió con miles de personas ese concierto.
Sus ojos…..Dios mio, sus ojos
Que poco sabemos vivir cielo!!

3 comentarios sobre “MANUEL”

  1. Muy bueno, Marian. Te doy mi palabra de caballero de que estos argumentos tuyos sí que los leo. Ojalá quienes escribimos pudiésemos transmitir todo lo que sentimos pero es que la palabra escrita es como la palabra hablada. Hay que saberla interpretar para que se enteren quienes no hablan nuestra lengua.

  2. Marian, estoy contigo en todo pero sobre todo en lo de saber vivir,av.eces vemos casos que nos hacen ver lo chiquititos que somos, muy bien amiga, un besote para Manuel y otro para ti

Deja una respuesta

Manuel

Manuel no deja de mirarse nervioso al espejo, el nudo de la corbata se le resiste, el pañuelo que quiere poner en su pequeño bolsillo, se le resiste también. Es el pulso que le tiembla un poco, son sus manos las que no pueden con tanta emoción. Se mira y se riñe:
– Venga Manuel, tranquilo. Míra tu cara, estos grandes surcos han soportado mil y una batalla. No vas a poder ahora con esta puñetera corbata? El espejo sonríe.
Sonríe igual que muchos años atrás cuando un Manuel joven y fuerte intentaba hacerse el nudo de su corbata para casarse con su gran amor, Inés.
El espejo oscurece. Manuel recuerda. Cuanto la amó.
Hubiese dado la vida por ella, pero la vida no quiso llevárselo a él, se llevó a una Inés joven, bella, en plena flor de la vida.

2 comentarios sobre “Manuel”

Deja una respuesta