Paul y Peter caminaban por el puerto cuando un cargador del muelle se les acercó decididamente.
-Escuchen, Buscan a una jovencita ¿no es cierto?.
– Si. ¿La ha visto?. ¿La conoce?.
– Hace un par de meses estuvo por aquí buscando un barco que la enrolase hacia tierras lejanas… pero no había en esos momentos ninguno disponible. Ella quería ir a Egipto o aún más allá. No pudo ser. Iba acompañada de un anciano con barbas blancas. No os puedo decir más de ella… sólo que era preciosa…