Móviles y antenas

Una contradicción más entre ética individual y la colectiva de nuestra sociedad contemporánea.

Frecuentemente escuchamos las enésimas protestas de un pueblo o barrio contra las antenas de telefonía móvil, por el riesgo de producir cáncer entre quienes habitan en sus alrededores. Incluso se han establecido campañas críticas a través del envío masivo… de SMS. Al mismo tiempo, se venden en todo el mundo 778 millones de móviles, 100 millones más que en 2004, para su uso generalizado por niños y adultos en naciones ricas y pobres.

Tras apenas diez años de estos aparatos en el mercado, las investigaciones científicas sólo han detectado peligrosidad demostrada en los propios móviles (no en las antenas reglamentadas), cuando se trata de uso intensivo por menores de corta edad o mientras se conduce por la pérdida de atención. No obstante, hasta 2007 la Organización Mundial de la Salud no completará un estudio concluyente sobre el riesgo de la telefonía celular. Mientras tanto, reduciendo su uso indiscriminado, se limitaría la profusión de estaciones base.

Seguimos esperando una protesta ciudadana que anime a apagar los móviles, más que a alejar las torres mientras reclamamos buena cobertura. No podemos exigir a la sociedad aquello a lo que cada uno de nosotros no está dispuesto a renunciar. Si eliminamos móviles, si los desconectamos, si moderamos su uso, si retrasamos su acceso a los más pequeños,… desaparecerán muchas antenas.

Mikel Agirregabiria Agirre. Físico
http://www.getxoweb.com/mikel

Versión final en: http://www.geocities.com/agirregabiria2005/antenas.htm

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