Mágica ruleta de la vida
siempre con las fichas en el infinito
del impar o el par de las traslaciones.
Hay un tapete de verdes impaciencias
donde apostamos sueños de luz.
Despertamos.
A veces nos ocurre mirarle a los ojos
mas el croupier de la existencia se resiste
a desvelar el código de los sentimientos
y entonces volvemos a jugar con la esperanza
mientras la bolita del mundo circula
entre los zigzags de una sinfonía
que suena a noche con insomnio.
Siempre se queda en las fronteras
de la pérdida o de la ganancia
un sólo pensamiento
que abre la conciencia hacia el abismo
de la vaporosa atmósfera del sueño.
Seguimos asidos a las esperanzas
del vuelco sentimental de las pasiones,
un volcán de fichas encendidas
nos abre el corazón a la aventura
del sorpresivo número abismado
y una pirueta de magia inconclusa
brilla en el 56 de la añoranza
cuando queda rebasado por el viento…
!enhorabuena!. Feliz segunda parte del desarrollo de Existencia. Te felicito y espero con ganas una posible tercera parte.
Muy buena comprensión de la vida comparada con el juego espectacular de sentirla en las entrañas. Te felicito.
Esa mágica ruleta de la que tan brillantemente hablas me hace a mí pensar ahora que mi corazón late siempre al compás de las fichas sorpresivas de la vida. !Gracias por hacerme pensar y sentirme conmovida!.
Muchas gracias por tus comentarios, compañero voremista. La existencia siempre termina por ser una brújula incorpórea…