En el tronco de una encina
alguien grabó un corazón.
¿Era sólo una mentira?
¿Era sólo una ilusión?.
Pasó ligera la vida
buscando una razón
para aquella arremetida
de exuberante creación.
Al final quedó prendida
la llama de la pasión
y la encina sorprendida
destapó la solución.
!Era verdad la mentira!
!Era real la ilusión!.
!Era cierto que existía
un amor por conclusión!.