Para recuperar el aliento,
para sentir tus caricias,
para que se lleve el viento
toda clase de avaricias…
yo siempre estoy contento
en el jardín con delicias
de tus besos, del sentimiento
que pongo en mis poesías.
En tu hogar yo me siento
completo en mis alegrías
y siempre yo me presento
tras haber seguido las vías
de tu camino abierto
que son mis melodías.
Y poniendo todo mi acento
te amo días tras días.
Nota Adjunta: Decidle a Dios si esto es poesía o no es poesía.
Autocomentario: Jesucristo me ha respondido con una sonrisa.
Reconozco que es weno y se me hace familiar…
Jejeje, Juanjo. Gracias. Sí. Es un recuerdo de familia. Jejeje.