La próxima vez que tu te hallas
en un poema de color añil
ya será con ese otras mil
palabras ungidas que te callas.
Verbos de barca donde encallas
tu silencio en el mes de abril
y el viento surgido del sutil
ondular de olas donde estallas.
Eres tú esa red de mallas
enredada de versos cual rocallas
de tesoros de letras con candil
cuya luz se salta todas las vallas
de las fronteras del mar y se hacen tallas
de alturas blancas cual marfil.