Los bonitos paseos de la felicidad.

El Cuatrienio 1990-1994 estuvo lleno de inolvidables momentos que jamás olvidaré y que han quedado grabados en mi memoria como los bonitos paseos de la felicidad. La felicidad alcanzada es la de estar casado con una esposa tan bellay atractiva como Liliana y tener dos hijas tan lindas y bonitas como Leslie y Carla. Con ellas estoy tan completo y tan realizado en lo sentimental y en lo amoroso que durante las jornadas laborales sólo pienso en las 3 de la tarde para salir raudo hasta nuestro domicilio y compartir toda mi vida con ellas: Lina-Liliana, Lina-Carolina y Lina-Carlina. Son Liliana, Leslie y Carla y no las cambio por ninguna otra emocionante aventura sentimental de las que he vivido. Las tres son únicas. Las tres son irrepetibles. Las tres son bellas y guapísimas y doy tres veces gracias a Jesucristo por cada día que amanezco junto a ellas, por cada día que comparto con ellas y por cada día que doy bonitos paseos de la felicidad con ellas.

Tres momentos irrenunciables. Tres ocasiones para decir que canto a la vida que me ha dado tanto. Y es la única verdad de mi vida que deseo gozar a tope. Lo demás es tan secundario que pasar todas las tardes con las tres Linas de mi existencia es lo que me realiza tanto que comienzo ya a escribir más y mejor que nunca. Me lo paso pipa con ellas y escribiendo “Por esos pueblos del Wayne” porque Liliana, Leslie y Carla no sólo son mi mujer y mis dos hijas sino mis tres musas. Soy tan afortunado que no tengo una musa sino tres. Las otras ya no están en mis sentimientos.

6 comentarios sobre “Los bonitos paseos de la felicidad.”

  1. Hombre orgulloso de sus tres musas, de los tres grandes regalos que la vida te otorgó y que como hombre inteligente y con valores, decide no soltar jamás. ¿Acaso el que llega hasta el cielo y consigue tocarlos con los dedos desea bajar?
    Un abrazo fuerte, y sigue así.

    Felicidades

  2. No ha sido suerte, NASIA. Ha sido un Principio desde que ellas nacieron. Un Principio que he buscado desde que tengo uso de razón. No existe la casualidad sino la causalidad cuando hablamos del Destino. Creo en el Destino, NASIA. Un saludo cordial.

  3. Nunca dejes de tener esa Fe y siempre tendrás Destino. Me parece que muchos se han perdido por no comprender algo tan sencillo. Mi amigo Carlos, por ejemplo, se niega a tener dicha Fe. Lo siento por él. Quizás deba seguir equivocándose hasta que alguna vez se de cuenta antes de que El Tren de las Despedidas llame a su puerta. Ten siempre la Fe despierta, NASIA, y nunca dejarás de tener Destino abierto.

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